Tras pegarnos toda la mañana pescando el cebo, cogimos nuestra barca y nos fuimos a pescar a uno de los meandros del ebro, tras media hora llego la primera picada que se esperaba buena pieza ya que los tirones y coletazos eran considerables, tras alrededor de media hora resulto ser un siluro de 2,04 m y setenta kilos de peso.
El calor iba bajando y tras unas cuantas cervezas pico el segundo, un siluro mas normalillo de unos cuarenta kilos. Era hora de cambiar de sitio encendimos el motor y nos movimos alrededor de dos kilometros a una buena zona de remanso, hechamos las cañas y poco tardo en picar otro un siluro de unos cincuenta kilos. Quien nos iba a decir que la tarde iba a ser tan movida, empezamos a cenar pero sin acabar pico otro siluro otro buen bicho de unos sesenta kilos. El día de pesca iba llegando a su fin, estabamos comentando el buen día de pesca que habíamos tenido cuando de repente se hundió un corcho, tras un tirón el siluro se engancho y por los tirones no parecía muy pequeño, tras poco rato lo empezamos a ver y presumiblemente veiamos que se trataba de un siluro de los que hacen historía, en cuanto lo subimos a la barca nos dimos cuenta que se trataba de un "gran monstruo del ebro", y las mediciones nos dieron la razón 2,14 metros y 78 kilos de peso.
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El calor iba bajando y tras unas cuantas cervezas pico el segundo, un siluro mas normalillo de unos cuarenta kilos. Era hora de cambiar de sitio encendimos el motor y nos movimos alrededor de dos kilometros a una buena zona de remanso, hechamos las cañas y poco tardo en picar otro un siluro de unos cincuenta kilos. Quien nos iba a decir que la tarde iba a ser tan movida, empezamos a cenar pero sin acabar pico otro siluro otro buen bicho de unos sesenta kilos. El día de pesca iba llegando a su fin, estabamos comentando el buen día de pesca que habíamos tenido cuando de repente se hundió un corcho, tras un tirón el siluro se engancho y por los tirones no parecía muy pequeño, tras poco rato lo empezamos a ver y presumiblemente veiamos que se trataba de un siluro de los que hacen historía, en cuanto lo subimos a la barca nos dimos cuenta que se trataba de un "gran monstruo del ebro", y las mediciones nos dieron la razón 2,14 metros y 78 kilos de peso.
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